primero aclaremos las palabras que usamos, hablando de DROGAS
Existen diferentes niveles de consumo, de acuerdo al vínculo que la persona tiene con la sustancia. Estos pueden ser:
- de uso,
- de abuso
- de adicción.
Uso: Todas las personas utilizamos drogas cuando tomamos determinadas infusiones (té, café, mate), cuando necesitamos medicamentos porque estamos enfermos, o cuando tomamos una copa de alguna bebida alcohólica durante la comida. El uso de drogas está caracterizado por ser esporádico y ocasional, . Se puede hacer un uso correcto o incorrecto de las drogas. Es preciso considerar que el uso (esporádico, ocasional) también puede, en ocasiones, ser problemático.
Ejemplo de esto son las personas que eventualmente consumen alcohol y que conducen un vehículo bajo los efectos de esta sustancia.
Abuso: Mucha gente hace abuso de drogas sin saberlo o sin haber tomado conciencia de que lo hace. Abusar de drogas es, por ejemplo, tomar un medicamento no recetado o en dosis mayores de la indicada; o beber alcohol en exceso. El abuso de drogas implica, en general, consumirlas en demasía y con cierta periodicidad. La característica más saliente de este tipo de vínculo con las drogas es la intencionalidad del consumo.
El sujeto se vincula con las sustancias para lograr algo, por ejemplo, reducir la fatiga, mejorar el ánimo, divertirse, animarse, evadirse de los problemas.
Adicción: cuando alguien siente o cree que no puede vivir sin una sustancia y la utiliza en forma permanente y de manera compulsiva, sufre una adicción. Son adictas las personas que no pueden dejar de consumir, que viven por y para las drogas. Cuando la persona tiene la necesidad inevitable de consumir alguna sustancia y depende física y/o psíquicamente de ella.
La adicción no se
relaciona exclusivamente con el consumo de sustancias químicas o drogas, como
pueden ser: la marihuana,el alcohol,el tabaco,la cocaína,las anfetaminas, drogas de diseño, entre otras
El concepto de la
adicción, puede asociarse además a conductas que en un principio resultan saludables y no
peligrosas.
Estas conductas, pueden convertirse en adictivas, en función de la
fuerza, la asiduidad o la cantidad de tiempo que se invierta en llevarlas a
cabo, perjudicando la vida de la persona.
Algunos ejemplos son: utilización de internet, el sexo, el trabajo,
realizar compras, la comida, el juego, etc.
La dificultad para
resolver problemas
una baja autoestima
la impulsividad
la no tolerancia a
estímulos físicos o psicológicos desagradables como el dolor o la tristeza
el
estado de ánimo depresivo o disforia
la búsqueda de sensaciones fuertes
aumentan la predisposición y la vulnerabilidad para que una persona desarrolle
una adicción.